martes, 12 de junio de 2018

la ganadora a miss prudente es...

La idea es digna de un meme o gif: Una concursante de belleza con un peinado sencillo, sin maquillaje, en un vestido de cuello muy alto y mangas largas, portando una pequeña corona y un listón ancho que dice “Miss Prudente”. El público aplaude y silba. Ella llora de alegría mientras le entregan un ramo de flores. ¿Cuándo habremos visto tal cosa? ¡Es imposible!
¿Quién quiere ser prudente? La misma palabra sale de la lengua de manera dura y difícil. No es un tema de conversación en la cafetería o el café, el salón de clases o el gimnasio. No es popular ni deseable.
Pero el Apóstol Pablo dice otra cosa. En el libro de Tito (una carta a un joven pastor sobre cómo debe ser la iglesia), él usa una palabra interesante repetidas veces para describir una cualidad necesaria e importante en la vida de cada creyente. En el idioma original esta palabra es sofron, y en la Biblia en español, su traducción más común es “prudente”. Para que captes cuánto valora Pablo esta cualidad, permíteme mencionar las veces que aparece en el pequeño libro de Tito y a cuáles grupos de personas se dirige cuando la usa.
En Tito 1:8 encontramos la palabra “sobrio” o “prudente” (según la traducción que uses) como requisito para un pastor. En 2:2 se menciona como una cualidad deseable en un hombre mayor. En 2:3, se usa en forma de verbo, o acción, para describir la actividad que las mujeres ancianas deben tener hacia las jóvenes, apareciendo en español como “enseñar”. En 2:5 y 6, es un requisito para mujeres y hombres jóvenes. Y por último, en 2:12 se usa para describir cómo los creyentes debemos vivir en este siglo “sobriamente”.  
Sofron obviamente es una cualidad que Pablo consideraba importante porque se refiere a ella un total de 9 veces en el libro de Tito. Pero ¿qué significa esta palabra sofron? Sus dos partes significan “mente” y “sana”. La idea es tener una mente controlada y ordenada. Se traduce a veces como “dominio propio”. Si eres como yo, esta no es la idea con la que has crecido sobre la “prudencia”, ¿verdad? Creo que podemos aprender varias cosas acerca de la persona que tiene esta característica:
Miss Prudente es controlada. El dominio propio le caracteriza. Pero no solo hablamos de un control exterior, sino de una mente controlada. Sus pensamientos y actitudes están bajo el control del Espíritu Santo y regidos por la Palabra de Dios. Para tener esta cualidad, Miss Prudente,debe estar constantemente expuesta a la predicación, lectura, memorización y meditación de la Palabra. También debe evitar influencias sobre su mente que producen desorden en sus pensamientos y prioridades. Imagínate que tu mente es como una casa, y la meta es que cada cuarto y sala esté ordenada, cada cosa en su lugar. Hay suficiente luz para que no hayan esquinas oscuras ni closets llenos de mugre. La Palabra de Dios tiene este efecto sobre nuestra mente. Produce prudencia, orden y control.
Miss Prudente usa sus frenos. ¿Sabías que todo pecado empieza en la mente y en los deseos internos? Nadie tiene relaciones sexuales con su novio sin antes pensarlo y desearlo en su mente y corazón. Ninguna joven copia en un examen sin antes tener un deseo incontrolable del éxito, o simplemente de flojera. La segunda parte de la palabra sofron viene de la palabra “freno”, como de un carro. Miss Prudente frena sus deseos y sus pensamientos, dependiendo en Dios para suplir sus anhelos. ¿Has manejado un carro estándar con un freno de mano entre los asientos delanteros? Puedes imaginarte aplicando el freno de mano, jalando esa palanca hacia arriba con toda tu fuerza, frenando deseos y pensamientos que no son piadosos. Esto es la prudencia.
Miss Prudente hace un buen uso de su libertad. Ella es conocida por su cordura y sano juicio, y esto implica a veces limitar su propia libertad para el bien de otras personas y la gloria de Dios. Como ella ha aprendido a controlarse y a frenar sus deseos, puede ponerlos a disposición de sus hermanos en Cristo. Miss Prudente no tiene que tener todo hecho a su manera porque ella busca glorificar a Dios con su vida. Su placer y beneficio propio no es su prioridad.
Miss Prudente no será la más popular en su escuela, la más “fashion” (o a la moda) de sus amigas, ni la más buscada por los muchachos. Pero ella puede experimentar la gracia de Dios derramada en su vida a través de la Palabra de Dios. Tendrá la belleza interna de pensamientos, actitudes, y acciones controladas. Ella puede conocer una satisfacción inmensa que sólo se encuentra en depositar sus deseos y anhelos a los pies de Jesús, quien se dio en amor por ella.

martes, 5 de junio de 2018

De la abundancia del corazon habla tu facebook




¿Te has fijado en las publicaciones que aparecen en tu muro de noticias en Facebook? Es asombrosa la cantidad de banalidades y basura que andamos publicando, compartiendo, diciendo que nos gusta. Todo gira alrededor de la moda, de la sensualidad y de "uno mismo"... Pecado, pecado y más pecado.

¡No puedo imaginarme lo que siente Dios al ver todo esto! Lo peor de todo es que muchas veces nosotras somos tan responsables de estas cosas como esos amigos que no son creyentes. Lo que compartimos, lo que vemos, lo que "nos gusta" muchas veces no revela nada bueno.

De la abundancia del corazón habla la boca (Mateo 12:34), y también el Facebook.
Te presento algunas preguntas que te ayudarán a evaluar el uso de facebook y las demás redes sociales.

-¿Estoy invirtiendo más tiempo en las redes sociales que en cultivar disciplinas espirituales como orar, leer la palabra, entre otras?
- ¿Cumple lo que estoy publicando o compartiendo con lo que dices Filipenses 4:8? ¿Es verdadero? ¿Es honesto? ¿Es justo? ¿Es puro? ¿Es amable? ¿Es de buen nombre? ¿Hay alguna virtud en ello? ¿Es digno de alabanza?
-¿Mis publicaciones, chats y comentarios exaltan el nombre de Dios?
-¿Lo que publico de la gloria a Dios o me da gloria a mí?
-¿Estoy usando la redes sociales para ser de edificación o de tropiezo?

¿Sientes que te falta sabiduría a la hora de publicar en las redes sociales? ¡Tengo una buena noticia! El Señor nos promete que si vamos a Él y le pedimos sabiduría Él nos la dará...
Pero si alguno de vosotros se ve falto de sabiduría, que la pida a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada. (Santiago 1:5)