¿Qué es lo que recuerdas de cuando tenías cinco años?
Cuando yo tenía cinco, soñaba con tener diez. Diez era una edad mayor, madura a mis infantiles ojos. Los años pasaron, y cumplí diez. Después de meses, no podía esperar a tener doce, luego dieciséis, luego dieciocho, y ser mayor de edad los veintiuno.
Ahora ya tengo veintitres, ¿y sabes qué? En mi cumpleaños, yo era aún la misma persona. Mi vida no se volvió perfecta de repente, no me veía como la versión supermodelo de mi misma que me imaginaba desde hacía tantos años. Todos mis sueños no se hicieron realidad. Todo el estrés y tensión de la vida no se quedó mágicamente en el colegio.
No estoy diciendo que nunca voy a estar satisfecha con mi edad, pero si trae un pensamiento interesante a mi mente: ¿Qué estás esperando?
Toda mi vida he estado esperando lo que viene. Poniendo mis esperanzas en las cosas del futuro en lugar de tomar ventaja de donde estoy ahora. Miro hacia atrás y me pregunto, ¿Perdí mis oportunidades para servir, ministrar y crecer en Jesús porque estaba ocupada soñando con el día cuando mi vida realmente comenzaría, cuando me graduara o casara o tendría hijos?
Estoy segura que si lo hice.
que estoy esperando?
Estoy segura que si lo hice.
¿Estas esperando lo que sigue? ¿Estás desaprovechando oportunidades ahora y más bien estás atrapada en el “algún día”?
Como mujeres jóvenes, es fácil vernos atrapadas en la mentira de que la vida va a comenzar cuando _________ suceda. ¿Es el matrimonio o tener tu propia familia? Tal vez una carrera exitosa. Finalmente ser capaz de decorar tu propio departamento o algo de libertad de tus padres y hermanos.
Cualquier cosa que sea, el mito de que “la vida comienza cuando ______ sucede”, tiene un gran y antiguo agujero. Piensa en esto: El tiempo va a pasar. Pudieras casarte, tener el trabajo de tus sueños o decorar tu propio espacio como una imagen salida de Pinterest. ¿Y entonces qué es por lo que vas a estar esperando? La idea sobre la que habíamos puesto todas nuestras esperanzas, el evento que pensábamos que habría de comenzar nuestras vidas, va y viene. Y allí estamos, colgando a medio aire, nuestro paracaídas volando sin nosotras.
No te estoy animando a ignorar el futuro. En efecto, Proverbios 31 nos dice que la mujer sabia “sonríe al futuro”. Ella puede mirar hacia el futuro con una sonrisa, no porque ella piensa que entonces va a “llegar”. Ella está preparada para el futuro, tomando decisiones en el presente que la van a beneficiar más adelante en el camino. Ella no teme el futuro porque ella está enfocada en el presente. ¿Cómo podemos tomar decisiones sabias sobre cómo usar nuestro tiempo y cómo acercarnos más a Jesús si nuestras mentes están siempre obsesionadas con el futuro?
Maneras de cambiar tu Perspectiva
Cualquier cosa que sea, el mito de que “la vida comienza cuando ______ sucede”, tiene un gran y antiguo agujero. Piensa en esto: El tiempo va a pasar. Pudieras casarte, tener el trabajo de tus sueños o decorar tu propio espacio como una imagen salida de Pinterest. ¿Y entonces qué es por lo que vas a estar esperando? La idea sobre la que habíamos puesto todas nuestras esperanzas, el evento que pensábamos que habría de comenzar nuestras vidas, va y viene. Y allí estamos, colgando a medio aire, nuestro paracaídas volando sin nosotras.